Tal y como hablaba en mi post “Se puede ser 100% sostenible, spoiler:no” y teniendo en cuenta que el tema de sostenibilidad para mí es muy subjetivo, hablaré de lo que es moda más sostenible que la tradicional, la que se basa en el modelo lineal de fabricar, usar y tirar.
En un artículo anterior hablé sobre los problemas medioambientales de la moda actual o fast fashion y en éste quiero explicar las alternativas que existen y deberán sustituir al modelo actual (recordemos que vivimos en un planeta finito, los recursos son limitados).
Me gustaría que al terminar de leer, comprendáis qué es la moda sostenible y qué es la moda circular, qué deben hacer las empresas y qué podemos hacer cómo consumidores/as para mejorar el impacto del sector textil a nivel social y ambiental. Empecemos.
¿Qué es la moda sostenible?
La moda sostenible debe construirse sobre sobre tres pilares, que son en los que se basa la sostenibilidad:
- Social: las personas que elaboran la ropa, o cualquiera de sus partes (materia prima, hilos, telas…), deben tener garantías de seguridad, salud y condiciones laborales dignas. Es decir, la ropa sostenible en todo su proceso de producción debe haberse producido respetando los derechos humanos: condiciones de trabajo dignas, seguridad laboral, salario justo…
- Medio ambiental: se debe preservar ( e incluso regenerar) el medio ambiente y minimizar el impacto: para mí, uno de los grandes problemas de la moda actual es la cantidad de residuos que se generan tanto en su fabricación como en su posconsumo (cuando nos deshacemos de la ropa usada). El modelo actual, basado en el fast fashion, hace que la composición de las prendas tengan unas mezclas difíciles de reciclar con la tecnología actual y muy basadas en plásticos, que, al lavarlos se convierten en microplásticos que acaban en los océanos.
- Económico: rentable en términos económicos para toda la cadena de valor
Para conseguir prendas sostenibles es imprescindible equilibrar estos tres ámbitos, clave para gestionar recursos en un planeta finito (insisto), garantizando bienestar social y el cuidado del medio ambiente.
En definitiva, las marcas que decidan apostar por la moda sostenible deben hacer un uso racional de los recursos naturales, garantizar el bienestar de los trabajadores y aplicar la economía circular en sus prendas para minimizar residuos, principalmente apostar por el ecodiseño (más adelante explicamos este concepto)
Esto nos puede llevar a una pequeña reflexión: una camiseta de primera mano que cuesta 3€ ¿es sostenible? ¿se habrán pagado salarios justos? ¿la producción de materias primas respeta el medio ambiente, lo cuida?
Moda circular
¿Cómo se aplica la economía circular en el mundo de la moda?
Tengamos en cuenta que, a grandes rasgos, la economía circular propone minimizar el uso de recursos (agua, energía…) y materias primas, convirtiendo los residuos en nuevas materias primas. Así apuesta por la utilización de energías renovables y no perder materiales, alargando al máximo el uso de los mismos y transformarlos en materias primas secundarias al final de su vida útil (a través del reciclaje). El objetivo es no sacar materiales del circuito. El modelo circular ideal, propone cerrar el círculo, es decir que los residuos que se generan en un sector, se reciclen y reutilicen dentro del mismo. Es decir, las fibras, telas y prendas, deberían reciclarse para ser nuevas fibras, prendas y telas.
Así el objetivo principal de la economía circular en el mundo de la moda es cerrar el círculo, de las prendas en circulación, al llegar a su fin de vida útil, se conviertan en materias primas y se vuelvan a introducir en el sector. Todo esto con el uso eficiente de agua y energía.
Para poder transformar el sector de la moda en uno circular es imprescindible el ecodiseño
¿Y qué es el ecodiseño?
El ecodiseño, la base de la economía circular para mantener los materiales permanentemente en el sector, es plantear los productos y servicios con el objetivo de minimizar los impactos ambientales negativos, teniendo como objetivo alargar al máximo la vida útil y al final reintroducir los materiales en el sistema.
Es decir, es diseñar teniendo en cuenta el impacto medioambiental en todo el ciclo de vida del producto, e intentar minimizarlo ( y si es posible regenerar los ecosistemas, pero esto ya es top) . Así hay que tener en cuenta las materias primas que se van a utilizar, cómo se va a producir, cómo se distribuye y vende y, muy importante, cómo nos deshacemos del producto, pensando el diseño para reducir al máximo los residuos y que éstos sean fácilmente reciclables.
Si lo aplicamos en el mundo de la moda, quiere decir que a la hora de diseñar la prenda deberemos tener en cuenta los impactos negativos en toda su cadena de valor, la generación de la materia prima (cultivo de algodón, por ejemplo) fabricación de hilos, de telas y de la prenda, pero también su uso y muy importante su reciclaje. Teniendo en cuenta que los impactos negativos son, entre otros, la emisión de CO2, la contaminación del agua, la contaminación del suelo (con fertilizantes y pesticidas por ejemplo) y la generación de residuos.
A la hora de diseñar una prenda se tendrá que tener en cuenta qué ha sucedido durante la fabricación de la tela con la que vamos a realizar la prenda y cómo nos desharemos de la prenda una vez acabe su vida útil.
Las telas deberían ser ecológicas, garantizando así que no se han utilizado pesticidas en su fabricación, monomaterial, cuántos menos materiales tenga una tela, más fácil es que se pueda reciclar.
Simplificando, es diseñar pensando en las tres Rs:
- Reducir el uso de agua y energía, así como el de materias primas y materiales
- Reutilizar todos los materiales que sean posibles, es decir, ecodiseñar la prenda para que su vida útil sea lo más larga posible, y si no puede ser completa, que lo sean sus partes (tela, cremalleras, botones…), y por tanto que sean sencillas de separar
- Reciclar: se debe diseñar pensando en si se puede o no reciclar (teniendo en cuenta el reciclaje implica la transformación de los residuos, mediante procesos que convierten esos desechos en un producto o material nuevo. Si tienes un vestido que conviertes cosiendo en una camisa, no es reciclar es reutilizar). Si no se puede reciclar, no es ecodiseño.
Cuantos menos materiales lleve una prenda (y cualquier otro producto) más sencillo es el reciclaje de sus fibras y más sencillo que vuelvan a entrar en el sector textil.
¿Qué debe hacer el sector textil entonces?
Para que el sector de la moda se convierta en un sector circular debe realizar una transformación profunda, pero sí que hay unos pasos marcados que deberían seguir.
Nuevo modelo de producción y consumo
Lo primero es construir un modelo de producción y consumo cuyo objetivo sea que el valor de los productos, los materiales y los recursos (agua, energía…) se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible y todo ello apoyado por una dimensión social en la que se asegure el coste “real” de las prendas, es decir, garantizando salarios justos para todas las personas implicadas en el sector.
Esto es intentar que no existan residuos, primero alargando la vida útil de las prendas al máximo, y cuando haya que deshacerse de ellas, que los materiales se puedan reconvertir en nuevos materiales que sirvan para fabricar nuevas prendas. Pero hay que hacer foco también en el uso del agua y la energía, lo ideal será no utilizar tintes potencialmente tóxicos, tener una depuradora para verter a la red agua limpia, y que la energía para la fabricación y transporte provenga de fuentes renovables. Y todo esto, garantizando que se cumplen los derechos humanos en todas las fases de producción de la prenda.
Compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar
En segundo lugar, las empresas deben promover estrategias y modelos de negocio en los que se fomente compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar prendas y materiales existentes todas las veces que sea posible, donde el consumidor vea una ventaja y el producto tenga una vida larga.
A raíz de la reutilización o reparación surgen dos términos que se están haciendo cada vez más populares en el sector: Upcycling y downcycling.
- Upcycling: Es el proceso de transformar subproductos, residuos o productos inútiles en nuevos materiales o productos de mejor calidad y/o mayor valor. En el contexto de la moda, haría referencia al reciclaje creativo de prendas y tejidos que tiene como producto final el diseño de una prenda nueva.
- Downcycling: Es el proceso de transformar subproductos, residuos o productos inútiles en nuevos materiales o productos de menor calidad y/o menor valor que el original. En el contexto de la moda, haría referencia al reciclaje de prendas para fabricar trapos o material de relleno como aislante industrial.
Compartir prendas es bastante habitual entre personas de un círculo, ya sea con la ropa para los peques o vestidos de boda y fiesta. Empiezan a surgir ya iniciativas que basan su modelo de negocio en el alquiler de prendas como son:
- Pipalook, que alquila, vende y revende ropa para los primeros años de vida (bebes y niños/as), donde cada 3 meses recibes nueva ropa para tu bebe y devuelves la utilizada (si quieres saber más de Pipalook, te recomiendo escuches este podcast)
- Ecoadicta, que promueve el alquiler de prendas de adulta, donde puedes alquilar prendas ocasionalmente, por ejemplo para un evento, o recibes y devuelves prendas cada 30, 60 o 90 días.
La reutilización por excelencia es el mercado de segunda mano, que gracias a aplicaciones como Vinted o Wallapop es una práctica bastante extendida en los últimos años. Incluso surgen tiendas online de ropa de segunda mano como Micolet, donde compran tu ropa para luego venderla.
Otra iniciativa interesante hablando de la reutilización, pero modificando las prendas es Upcyclick , que además de rescatar stocks que customizan, realizan talleres y acciones para dar a conocer el upcycling.
En el mundo de la moda reparar es remendar las prendas o llevar a arreglar el calzado, que es poco habitual pero imprescindible para alargar la vida útil. Se puede hacer a nivel doméstico, aprendiendo nociones básicas de costura, pero lo importante es apoyar a los negocios locales llevando tus prendas para que las arreglen (al lado de mi casa hay un par de sitios de reparación de calzado, donde llevo mis zapatos para que me duren más) y que se genere un sector fuerte y valorado de reparación y upcycling de prendas.
Empresas como promotoras del cambio en el sector
Por último las empresas del mundo de la moda tienen que entender el proceso de fabricación de principio a fin (desde que se siembra la semilla de algodón, hasta que la prenda acaba en el vertedero ) y todos los actores y procesos involucrados, todos los impactos y comprometerse a ser las promotoras del cambio.
Y como consumidor/a, ¿qué puedes hacer?
El/la consumidor/a debe realizar un consumo consciente rechazando las compras por impulso. Conocer mejor las marcas que compra, investigando cómo se producen las prendas. Y, sobre todo, alargar la vida de las prendas, como hemos visto se pueden vender en plataformas de segunda mano, llevarla a un taller (o si te animas en casa) para que hagan una nueva prenda de la vieja y, en última instancia, donarla a entidades como:
- Humana: Recoge la ropa donada y las vende en sus tiendas, financiando así los programas de cooperación y ayuda social.
- Moda Re- es un programa de Caritas donde recogen ropa, la que no se puede reutilizar se convierte en trapos industriales, material de asilamiento acústico, térmico…, y las que sí se venden en sus tiendas
- Grandes marcas como Zara y H&M cuentan con programas de recogida de ropa.
Con la nueva legislación será más fácil el reciclaje, ya que a partir de enero de 2025 los ayuntamientos harán recogida separada de prendas y calzado (otro nuevo contenedor, como el amarillo, el de vidrio…) y serán las marcas y tiendas de ropa quienes se encarguen de la gestión de los residuos.
Conclusión
Es importante que a nivel individual tomemos conciencia de la problemática del sector de la moda e impulsemos un cambio en el sector. Así que, desde aquí, te animo a que hagas un consumo más responsable de ropa y calzado, que compres menos pero mejor, intentando garantizar los derechos humanos y el cuidado del medio ambiente. ¡Gracias!